El valor de adquirir destreza y fluidez en el cálculo mental es indiscutible. ¿O acaso no lo es tanto para ti? Permite que comparta contigo algunos argumentos al respecto y algunos ejercicios para que comiences a practicarlo con regularidad.
Si eres un niño el calculo mental te desafiará. A medida que ingreses a la adolescencia te seguirá desafiando, o no tanto. En la etapa de los estudios superiores, incluso universitarios, la comodidad de una calculadora y especialmente tener dominio sobre cómo usar una calculadora científica es una circunstancia muy seductora. Pero no tardas mucho tiempo en “re” descubrir que el cálculo mental no sólo es fascinante y divertido, sino que aporta muchas cosas buenas a tu salud física y a tu vida cotidiana.
Cálculo mental
¿Qué dicen sus principales defensores? ¿Cómo te convenzo al respecto? Empiezo por decirte que realizar cálculos mentales sencillos e irrelaventes, más allá de cualquiera de sus aplicaciones, son es excelente manera de
estimular la mente. No sólo estimula la mente, sino que es una ayuda a conseguir un mejor “sentido numérico”. En otras palabras, tú te conviertes en una de esas personas que está más familiarizada en interactuar con los números. Esto, dicho así de sencillo, es muy importante, porque como ustedes saben, la matemática es algo que se construye sobre sí misma.
Si no tienes la más mínima posibilidad de sumar y restar sin la ayuda de una calculadora, puedes ciertamente reflejar una imagen muy pobre sobre ti. Esto es verdaderamente incómodo en el mundo personal y en el laboral.
Para bien o para mal, nuestra sociedad pone un montón de
acciones calificativas en las apariencias. Si uno no parece ser educado o
“inteligente” a primera vista, la sociedad etiqueta a menudo esa persona como no tan capacitada para… lo que sea, y ello puede significar la diferencia entre obtener un empleo o no, un ascenso o no, una relación con esa persona que amas…, o no.
¿He logrado enfocar tu atención y preocuparte tan sólo un poco? Exceente. Eso es lo que necesito para que prestes atención a lo que sigue: la respuesta a…
¿Qué hacer al respecto?
Para empezar, convéncete que una calculadora no es más lista que tú. No hay nada que ella haga que tú no podrías hacer con sufuciente entrenamiento, dedicación y especialmente tiempo. En otras palabras: estaré de acuerdo contigo si me dices que una calculadora te ahorra tiempo en algunos cálculos, porque eso es ciento por ciento verdad. La calculadora lo hace más rápido que nosotros, pero te aseguro que no hace más cosas que nosotros.
Así las cosas… ¿qué hacer? Pues como todo en esta vida, hacer cálculos mentales sólo requiere entrenamiento y aprender algunas técnicas además de algunas cosas (como las tablas de multiplicar) de memoria.
Sí: de memoria. Algunos docentes me contradicen cuando afirmo esto e incluso provoco rumores entre el público o entre mis alumnos cuando lo señalo enfáticamente. Pero es verdad: estudiar cosas de memoria no es malo, sino todo lo contrario es muy bueno, porque se estimula esta función maravillosa de nuestro cerebro y simplificamos ciertos cálculos, otorgando agilidad y mayor exactitud a nuestros retos.
Te invito a estar pendiente de mi próximo post donde te desafiaré a realizar cálculos mentales gradualmente, para entrenar tu capacidad al respecto.
Imagen: sciencephoto
